SER CAMPESINO ES UN ARTE DE ALTO RIESGO EN MEDIO DEL CONFLICTO ARMADO

El Derecho Internacional Humanitario (DIH) se concibe como un vasto conjunto normativo que persigue controlar jurídicamente el fenómeno bélico, reglamentando los métodos y medios de combate, distinguiendo entre personas y bienes civiles y objetivos militares, - protegiendo a las víctimas y a quienes las asisten- con vista a limitar en la mayor medida posible los ingentes males que el mismo causa a los seres humanos. El principio de humanidad es el eje del DIH, y busca que las tensiones militares sedan frente a las exigencias humanitarias, y en tal sentido, el objetivo legítimo es debilitar las fuerzas que participan en las hostilidades evitando a toda costa los sufrimientos de las personas puestas fuera de combate o evitar la muerte. El pueblo colombiano se ha enfrentado en esta guerra de 60 años en múltiples, o infinidad de ocasiones a la violación de este principio de humanidad, como a la regla de no causar daños superfluos, o sufrimientos innecesarios a los combatientes, por todos los participantes en las hostilidades. Recordemos los hechos que rodearon la muerte de 18 integrantes de la guerrilla y del ex jefe Raúl Reyes, en el año 2008 y ahora nos toca indignarnos con la muerte de 11 soldados del ejército colombiano, pero la pregunta que surge es ¿Dónde están las voces de protesta y de repudio por los 3 campesinos muertos en Suarez Cauca el 16 de abril del año que corre? La diferencia es que son simples civiles, o mejor personas que viven del arte del campo. Uno y otro combatiente no tiene distinción para el Derecho Internacional Humanitario, todos ellos deben de actuar con respeto al honor, a la persona, a las convicciones, a las prácticas religiosas, prohibición del homicidio, prohibición de la tortura, prohibición del trato degradante, de tomar rehenes, de penas colectivas, garantías de medios de defensa en un juicio justo, pero sobre todo se deben de respetar a la población civil y sus bienes, estos están protegidos por el DIH. Son más de 5 millones de víctimas en el país y si no se termina este conflicto de una forma negociada, las estadísticas en especial de los campesinos despojados de sus tierras, desplazados y asesinados seguirían aumentando. Por eso hacemos un llamado a las partes involucradas en las hostilidades y operaciones militares, de la responsabilidad que tienen de respetar en cualquier circunstancia el Derecho Internacional Humanitario de forma incondicional, como paso firme para llegar a un acuerdo del conflicto

Comments